martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad


He aparcado el blog, no está bien, pero compromisos han hecho que dejarlo para atrás haya coincido con estas fechas en los que todos abrimos el corazón. Y aunque tampoco tenga demasiados motivos ahora para asegurar que soy feliz respecto a cuando decía que no lo era, si ha cambiado la actitud. Es extraño, porque hasta hace unos días mi mente tenía como objetivo volcar cosas negativas en esta entrada.

¿Que ha hecho la actitud? Siempre que empieza año nuevo hacemos propósitos. Pues uno de ellos es ver el vaso medio lleno y lograr apartar los fantasmas que me empujan siempre a la frustración. La manía de compararse, de querer ser como los demás, de coger referentes y autoculparse de no ser como ellos, venirse abajo por la impotencia. Basta ya, cada uno es como es y debe ser fiel a lo que le ha hecho así.  

Los pequeños detalles que sacan una sonrisa. Un paseo, un almuerzo, una sonrisa, un mensaje de los amigos que siempre han estado ahí desde que crucé la primera palabra con ellos. Mi gente, la que se alegra de mis alegrías, las que me apoya en los malos momentos. Es verdad que no son muchos, pero lo importante es que sean buenos. Más cantidad no significa más calidad.

La memoria selectiva del 2012, La Ruta Fallera, mi Levante, tener un micrófono donde hablar de lo que más que gusta, seguir con Pelotas en Alemania, tener salud….Es complicado recordar todas las cosas, pero lo bueno siempre estará presente y el tiempo eliminará lo malo. Porque a la larga es lo que debe permanecer, porque solo con lo bueno será más fácil tener la felicidad.

Queda muy poco para empezar el año nuevo y ojalá cambien algunas cosas en mi vida, pero que otras no solo permanezcan, sino que mejoren. Pero para eso necesitamos cambiar la actitud, lo he intentado varías veces, pero no con convencimiento. Igual ese es el mejor propósito que puedo hacer. Creerme de verdad que con actitud, los fantasmas desaparecerán y en 2012 fue la última vez que fueron vistos. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Las lágrimas escondidas

Tal día como ayer, cuando todos evitan la rutina de un día laborable para hacer lo típico de una jornada festiva. No se quién declaró el 1 de Noviembre como el día de todos los Santos, cuando se aprovecha para hacer una visita a personas que no te dan un abrazo al verlas, solo sientes que se lo debes porque en cierto momento de tu vida o de algún ser querido fueron importantes. El frío se hace notar, kamikaze es quién se atreve a ir en manga corta a pesar de un sol reluciente que no ve peligrar su presencia por ninguna nube malencarada. Recintos esperan la llegada de más gente que no suele pasarse de normal por allí, recintos con cruces y que no se hacen notar. Los cementerios son silenciosos y solo los 1 de Noviembre de cada año emiten un alboroto que más bien puede parecer de una jornada festiva, aunque lo que se espera dentro no suele producir risas. En Bonrepós i Mirambell, la mayoría de gente se conoce, apenas avanzas unos metros camino del sagrado lugar que ya te han parado tres o cuatro veces para preguntarte que tal va todo y como está la família.

Conversaciones que reflejan la carestía y los problemas económicos que buena parte de la sociedad española tiene. En un valenciano poco docente, la gente muestra las sonrisas que ha tenido que reprimir dentro del recinto o que prevén evitar cuando posen ante las imágenes de los recuerdos. Los cementerios son lugares muy coloridos, con flores de todo tipo, con imágenes de personas, pero que contradictoriamente no proporcionan alegría. Una ligera sensación a guerra civil, a hambruna, a pasarlas canutas para sobrevivir durante la dictadura o lo que fue todavía peor, la posguerra. Pero nadie se acuerda de aquella negra etapa políticosocial, solo de los recuerdos más felices que pasaron aquellas personas o almas que se esconden detrás de una fría plancha de mármol. O al menos eso es lo que la gente cree, porque nadie se atreve a destapar esos lugares para comprobar que sus seres queridos se encuentran allí. Como si se tratara de una hemeroteca, fotos en blanco y negro o con un cierto toque rojizo que muestra la tipología de las cámaras de la época.

La gente acude acompañada, como si contemplaran obras de un museo o acudieran simplemente a ver como han quedado las flores. Bajo las gafas de sol, la gente aparenta una extraña sensación de tranquilidad. Las señoras mayores, más abundantes que los jóvenes niños. Proliferan más bastones que piruletas, más moños que coletas y más tonos grises que rosa, morado o verde chillón en las prendas de los asistentes. Señoras con problemas físicos para andar necesitan el apoyo de sus hijas para desplazarse a contemplar la que por el rostro es la persona con quién más tiempo compartieron en sus vidas. Pero con frases en relación a la historia de España o de otros amigos que “viven” en esa residencia espiritual, esconden las lágrimas que en el fondo les gustaría sacar por esas personas con las que de un momento a otro dejaron de poder tener comunicación. Como si no quisieran que la visita se convirtiera en una escena de culebrón novelesco, la firmeza de sus rostros deslumbra. Bajo mis gafas de sol, a mi también me recorre una extraña sensación de tristeza y nostalgia que trato de evitar contemplando nombres de personas a las que no he conocido, ni conoceré en la vida.

Pero el rostro de mis bisabuelos, de mi abuelo materno, de mis dos abuelos paternos a los que no llegué a recordar, y de mi tía, sobretodo de ella, los tuve que observar a sabiendas de lo complicado que es permanecer frío ante sus alegres fotografías. Los lemas de sus lápidas, incluso de no poder leerse completas porque las flores tapan algunas palabras, hacen temblar parte de mis músculos. "fue muy fácil quererte, pero muy difícil olvidarte". Es cuando nos aferramos a otros detalles para tratar de mantener la compostura, la colocación de las personas que pasan por detrás, la suciedad acumulada en el mármol, si ese apellido del "vecino" de al lado es porque tiene relación con nuestra historia o comentarios sobre el clima. Es cuando necesitamos encontrar a alguien para disimular cierta alegría que en el fondo no tenemos. Dejamos las lágrimas para la intimidad en lugar de mostrarlas cuando más cerca de estamos de las personas que en su día quisimos, y cuando hablo de su día no me refiero al que decidió hacer del 1 de Noviembre el momento de homenajear a los que ya no están con nosotros. 

sábado, 27 de octubre de 2012

El inicio de todo

26-10-2002. El amor a un deporte

A unos días de terminar Octubre, la hora ya se había adelantado para acercar la noche a nuestras tardes. Un sábado cualquiera, mis padres no están en casa porque se han ido a comprar y yo me he quedado con mi hermano en casa esperándoles para irnos luego a cenar fuera. Mi hermano se ha encerrado en su habitación y yo me quedo viendo la televisión, pero me aburro y me pongo a escuchar la radio. Sorpresa, están echando fútbol, juega el Valencia en casa contra el Athletic Club. Para integrarse en clase con los demás chicos, conviene saber de fútbol, yo no juego bien, de hecho me solían poner de portero porque soy muy patoso con el balón en los pies. En anteriores momentos ya me había picado la curiosidad de ver goles para luego comentarlos con los compañeros, ya se sabe que a esa edad se hace cualquier cosa con tal de no quedar discriminado.

Vi por ejemplo algunos minutos de un España-Irlanda en octavos de final del Mundial 2002 en Corea-Japón, pero los vi como aquel que mira algo en la televisión sin entender el funcionamiento. Poco después comprendí que la selección es capaz de aglutinar ante el televisor gente que el resto del año pasa olímpicamente del fútbol. Algo en mí empezaba a nacer, el sentimiento de que algo te llama la atención, algo que como antes tampoco me había interesado, desconocía de si me gustaba. Aquel sábado otoñal que ya empezaba a refrescar, me di cuenta de que me gustaba escuchar el fútbol por la radio y que desde aquel día vería los partidos con más asiduidad. Me puse la radio, una emisora que ni recuerdo cual era, solo se que estaban felices por el resultado del Valencia y un partidazo de Aimar. Sentía emoción al escuchar fútbol, era una pequeña dosis de adrenalina en un chaval de sexto de primaria poco acostumbrado a emociones fuertes.

Cuando llegaba a casa de mi abuela, recuerdo al Iaio dejar el Superdeporte por encima de la mesa o en el sofá, empezar a ver imágenes y leer los titulares. Después llegaban los sábados de fútbol televisado, mi padre ponía Canal 9 y si echaban al Valencia era perfecto, porque significaba vivirlo con intensidad. Hasta aquel día, el fútbol televisado era lo que me impedía ver programas que me gustaran, por eso no le tenía mucho aprecio hasta entonces. Ahora es al revés, él no quiere ver fútbol y yo lo tengo a todas horas. El primer partido que vi entero fue un Valencia-Betis que terminó con empate a uno. Poco a poco me iba introduciendo en la dinámica futbolera, hasta el punto de llegar a grabarme partidos para verlos durante la semana aunque ya supiera el resultado. Aquellas tardes sabatinas eran magníficas, en Punt 2 echaban a las 16:00 horas un encuentro de Segunda B, posteriormente a las 18:30 uno de segunda división y por la noche a las 22:00 la primera división. Por aquel entonces, la champions se jugaba a dos fases de grupos, la Real Sociedad era un líder imbatible y en segunda se gestó el mayor amor que he experimentado en mi vida.

24-11-2002. El amor a unos colores

Mi profesor Emilio nos ha ofrecido a mi y a mis compañeros pases para ir a ver el fútbol, un tal Levante que juega en segunda división. Se lo explique a mi padre, que sabe que me estoy aficionando al fútbol y dijo que bien, que era una buena excusa para pasar el rato juntos haciendo algo distinto a lo habitual. El profesor nos dio dos pases que no teníamos que pagar y nos servia para el resto de temporada. Llegó el día de estrenarlo, alguna vez había visto resúmenes de este modesto equipo azulgrana, por lo visto estaba bien clasificado en segunda, con opciones de subir y querían que la gente acudiera al estadio para hacer fuerza. En un horario raro, a las 12 de la mañana, fuimos los dos al estadio Ciudad de Valencia, donde nos visitaba el Albacete. Era la primera vez que iba a un estadio para ver fútbol en directo, esas imágenes quedarán siempre grabadas. El estadio era magnífico, con un buen ambiente y encima se vio un partidazo que acabó 2-2 con un gol nuestro en los últimos minutos.

Fardé durante la semana con los compañeros, algunos también habían ido, pero ellos estaban más acostumbrados y no les apasionaba tanto. A partir de aquel instante, todos los días que había que acudir eran festivos para mí, la emoción. Se gestó el amor, el idilio entre el Levante UD y ese chavalillo de poca experiencia en el fútbol que empezó a apasionarse a este deporte sufriendo con los granotas. Aquel equipo estaba dirigido por un tal Carlos García Cantarero y según mi memoria recuerdo que jugaban entre otros Vicente, Cristian Diaz, Descarga, Olias, Félix Carvallo, Félix Ettien, David Limones, Alberto Rivera, Amato, Congo, Limones, Jofre Mateu i la estrella, Pedja Mijatovic, que más bien acabó estrellado por su nulo rendimiento en el Ciutat. Aquel conjunto era importante en la categoría, uno de los habituales para Canal Plus en sus retransmisiones matinales. Finalmente no se logró el ascenso, pero ya se habían plantado las semillas de un futuro que nos iba a hacer grandes en los siguientes años y afortunadamente estuve allí para vivirlo.


sábado, 6 de octubre de 2012

Octubre

Octubre es un mes de transición, de cambios y no solo en lo climatológico, llega el momento de aparcar las chanclas, las bermudas, los pantalones pirata. Sacamos mientras del armario la chaqueta de chándal que te llevas por la noche o alguna sudadera, aunque luego durante el día sigas yendo en manga corta. Son esos pequeños detalles los que aportas en un día a día que tratas de cambiar, y es que a curso nuevo, vida nueva. ¿Que me he propuesto cambiar?

De primero, el uso de Twitter ha llegado desde el verano, me ha permitido conocer gente nueva e interactuar con ellos de forma distinta, aunque se como otras redes sociales me puede afectar en ciertas situaciones. Hay que ser conscientes de todo y no obsesionarse, uno no se puede tirar 24 horas enganchado a una plataforma de internet, es más, uno no puede engancharse 24 hora diarias a nada, salvo a las ganas de vivir. Y con mi filosofía, no es más feliz quien más seguidores tiene, sino quien más personalidad demuestra.

Claro! eso escrito es muy fácil, pero aplicarlo...y más en mi caso, siendo una persona con estas graves carencias de autoestima y envidia que sigo sin ser capaz de erradicar. Lleva siendo un propósito de mucho tiempo, pero no hay manera. No confío en lo que hago, quiero depender de los demás y sufro ante el éxito exterior cuando no logró ser yo el que ocupa los "focos". Eso no es la humildad, y a veces no está de más repasar esos conceptos para aplicarlos. Esa es otra de las cosas que quiero cambiar.

Con un poco de suerte podré cambiar mi economía, aunque sean raspas serán agua bendita. Ya comentaré el tema de prácticas en la UV porque ya dará mucho de si. La libertad económica que pueda tener no debería cambiar mi forma de ser, al menos siempre me he caracterizado por ser una persona sensata cuando hay dinero de por medio, y es que pienso en todos esos sueños que quiero cumplir; la ruta, los abonos al Levante, los regalos a los amigos.etc.

En fin, Octubre, poco a poco anochece antes, las hojas caen de los arboles, el frío llega a Valencia. Poco a poco tengo que mejorar en esos apartados en los que caigo o no funciono. Evitar recaídas anímicas, disfrutar el momento, coger las riendas de mi vida y no vivir la que otros quieres. Por cierto, los fin de semana colaboró con las retransmisiones de la Mega Valencia, una oportunidad que llevaba mucho tiempo esperando y de la que espero un buen provecho.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Pròxima parada: Facultats


Com si m’estiguera esperant a l’estació, un senyor em pregunta si els horaris de passada de Metro des de Facultats a Benimaclet són els correctes. No soc treballador de l’empresa, però com si entenguera del tema, tracte d’ajudar-lo en tot el possible, com faria jo en el cas de trobar-me en eixa situació. Solament estem nosaltres dos en la sortida de Facultats que fa cara a Geografia e Història. L’home se’n va, agraït, però tampoc convençut al 100% de  les meues explicacions.
Tan sols un minut després agafa el metro que el durà al seu destí i surt una trentena de persones. M’esperava gent jove i efectivament, molta joventut amb cara de circumstàncies. Em miren com si tingueren por de que en qualsevol moment els assaltara oferint-los un servici de mòbil. Potser els agradaria, ja que no son pocs els qui tenen el seu aparell a la ma com si d’una extremitat de cos es tractara.
No presten atenció a tot allò que la espècie humana ha construït. Preferixen contemplar a la gent de forma virtual a fer-ho del seu entorn, on la te en carn i ós. Però clar, tot va relacionat, dels dotze panells publicitaris en eixa part de l’estació, set anuncien una “black berry. Una dona s’ha quedat dins, no para de rebuscar a la seua bossa de mà, després de cinc minuts aconsegueix trobar el bitllet i em dedica un somriure.
La dona presta relleu a un xic jove que entra per endur-se la recaptació de la màquina de bitllets, i en cap moment ha soltat el seu mòbil per fer la tasca. Per a que diguen que els homes no poden fer dues coses a la vegada. Altre metro que aplega, en direcció al Aeroport, menys persones que a l’anterior però mateixes cares de circumstància, poques paraules en veu alta, pocs somriures a la vida, el soroll de la rutina, la cara de la rutina, un article perquè no dir-ho? Per a la rutina. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El éxito

El éxito, según la RAE puede significar el resultado feliz de un negocio o actuación. En mi caso ni estoy dentro de un negocio y creo que mis actuaciones suelen ser desapercibidas. Existe otro significado que es el que más se adecua a lo que quiero expresar en esta entrada: "Buena aceptación que tiene alguien o algo". Es curioso, me esperaba una definición mucho más compleja y larga, pero ha quedado bastante bien resumido en apenas siete palabras. La aceptación es algo que en teoría todos necesitamos para ser feliz, necesitamos ser aceptados por la familia, por los amigos, compañeros, el entorno social que nos rodea. ¿Necesitamos? si, he dicho necesitamos usando este verbo demasiado a la ligera. ¿Se puede ser feliz sin que la gente te acepte? Se podría decir que si, al menos no tendrás miedo a pensar y hacer lo que quieras. Es una pena que muchos problemas psicológicos y personales vengan por el "que dirán". 

Se habla demasiado de eso llamado orgullo, del que somos únicos y nadie nos va a cambiar, es como si quisiéramos aparentar que somos superhéroes por tener unas ideas y defenderlas al máximo. Y en muchas ocasiones, esas ideas no cobran sentido si alguien no las acepta y te da la razón. No me gusta, no me gusta hacer todo lo que hago buscando el elogio fácil de las personas para que vean lo "guay" que soy. No me gusta nada depender de otros para ser feliz, como si un "tienes razón" fuera a solucionarte la vida. No me gusta incluso que esta entrada la esté escribiendo con ese mismo objetivo. Quiero ser yo mismo, una persona que nunca he tenido una enorme aceptación, pero que me he mantenido firme en las convicciones de lo que me gusta y quiero pensar. No he sido una persona con éxito y según pasan los años creo que no lo seré, al menos por méritos propios. 

He tenido apoyo de mi familia, aunque nunca me lo hayan dicho en voz alta, también de algún amigo esporádico que de vez en cuando se acuerda de mí. Pero por lo general no he tenido aceptación, aunque tampoco me hayan dicho claramente que no me acepten. Y eso es quizá lo triste, el causar indiferencia allá por donde vas, que las opiniones se queden en el aire y no vayan a ninguna parte. Pero bueno, tampoco debe preocuparme a partir de ahora, dicen que es bueno reconocer las cosas y yo ya he descubierto mi sitio en el mundo. No espero un éxito social, si espero el éxito personal, el de saber que pese a la aceptación de un público social, he logrado ser feliz a pesar de mis ideas y mis gustos extra vagantes. Y si alguien se ha molestado en leer esto, espero que al menos le haya echo reflexionar. Aunque si nadie lo lee, debería darme igual, porque será la primera piedra que ponga yo de ese éxito que pretendo construir. 

Valencianista?

M’agradaria exposar la meua humil opinió sobre aquest sentiment anomenat “valencianisme”, pot ser el coste més d’un enemic, però així veig jo les coses i ningú em podrà acusar de demagog. Valencià és qui naix a València, qui tracta de que la ciutat millore cada dia. No és més valencià qui més adore a la Xeperudeta, qui més estima li tinga a les falles o qui més s’emocione amb la senyera. Aquestos tres exemples no diexen de ser simbols de la ciutat, elements que cadascú pot elogiar o ignorar en la seua total llibertat. Tenim certa tendència a posar etiquetes i ser radicals, si estimes la senyera diuen que ets blaverista, i jo crec sincerament que molts valencians no saben ni que vol dir eixa paraula. Si defenses la llengua t’etiqueten de catalanista ¿i que? És un delicte ser catalanista? Més podriem aprendre d’ells en lloc de buscar enemics. Tenir estima a Catalunya no implica odiar la cultura valenciana, tot el contrari, veiem en Catalunya un referent per a que València explote al màxim les seues arrels i tradicions. Açò significa que odiem Espanya? No, rotundament negatiu, ni tots els catalans volen la independència ni tots els catalans volen invadir València (tonteries de la transició que molt tenen a veure Las Províncias). 

Com ja sabreu, soc d’ esquerres, però això no significa que defense totes les seues actuacions, no hem casaré amb cap ideologia. M’agrada València, m’emocione amb la senyera i no soc blaverista (menja-teu com pugues però és així)  ni del PP, m’emociona veure a la nostra patrona i no soc devot, simplement es un símbol de la ciutat que amaga moltes emocions darrere i que per motius familiar aprecie. Crec en una València millor, que defense la llengua com un patrimoni únic en lloc d’invertir tants diners en complexes immobiliaris, en totes ixes institucions que més que fer bé a la nostra cultura, la van destruint. I per supost, m’agraden les falles, que a qui les relaciona amb la dreta, li recomanaria que escarbara en la nostra història per veure amb quin motiu es plantaven els primers monuments. Valencianista és per tant qui defensa una ciutat millor, independentment del mitjà que empri, però que sempre tinga en compte el respecte a totes les manifestacions culturals i que en lloc de rivalitzar amb altres cultures, tracte d’incorporar-les o aprendre d’elles. Perquè sols així s’aconseguirà una convivència en harmonia que beneficie a tots.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Septiembre


En la última entrada mensual pedía a alguna alma caritativa que me pudiera dar trabajo este verano. Como si alguien se hubiera puesto a trabajar en ese deseo, me llegó la oportunidad de estrenarme en el mundo laboral. Era bastante extraño que tal y como están las cosas, me hubieran buscado en casa para ofrecerme un empleo que obviamente no era tan bonito como me lo pintaban.

Como soy una persona que le gusta sacar el lado positivo de las cosas, me quedo con la solidaridad entre compañeros, buen ambiente, risas, y es que al fin y al cabo todos buscamos el mismo objetivo, ganar dinero para pagar las necesidades que cada uno tenemos. Pero como pasa la mayoría de veces, las madres tienen razón, y eso que yo llevaba no era vida para una persona.

Quien sirva para comercial adelante, pero no es mi caso. Llámenme vago, frágil, poco resistente al esfuerzo físico, sin aguante, como quieran, pero soy así. Yo no imagino mi vida con 40 años y trabajando desde las 7:45 que salía de casa hasta las 23:00 de la noche que llegaba en la mayoría de ocasiones. Aspiro a algo más que no sea llamar puertas sin estabilidad, aunque ello suponga ganar menos de lo que ellos decían.

No persigo un trabajo con el que forrarme, sino que me ayude a levantarme cada día sabiendo que encontraré premio pro hacer algo que me gusta. El trabajo de comercial me ha servido para conocer gente maravillosa, pero al fin y al cabo lo que hacía era intentar sacarles el dinero, y eso no me hacía estar plenamente orgulloso. Si busco servir a la gente con mi honradez y a ser posible dormir con una sonrisa.

Ahora toca volver a la universidad, a la rutina que llevo desde que entré en el colegio allá por 1995. Presumiblemente este sea el último año de estudio de mi vida, aunque puede que la vida me depare sorpresas. Todo conduce a lo mismo, acabar en el paro hasta que pase el chaparrón de la maldita crisis. Pero quien sabe, pelearé lo que haga falta por buscar eso que tanta gente persigue, dinero para poder vivir.

miércoles, 20 de junio de 2012

Junio


Veranito que llegó, y completamente distinto a lo que teniamos el año pasado. Estrés de examenes? Que estrés! Nada, absolutamente nada, no nos hemos preocupado lo más mínimo de las pruebas de la universidad. Cansado de matarme a estudiar y condicionar mi tiempo a las labores, el tiempo se condiciona a lo que realmente te gusta, lo otro, simplemente obligaciones que no hay que dejar de lado.

Viene el calor, tras unos dias asfixiantes donde dormir se hace un castigo más que un descanso, ahora refresca de noche. Se está muy bien al lado de la ventana, donde entran airecillo que sabe a gloria. No es que me entusiasme la idea de pasar un verano a la bartola, sin hacer nada. Me gustaría, como tantos otros estudiantes, poder trabajar en lgo que me de dinero para mis cosas.

Tampoco es que lo esé buscando con insistencia, la cosa está chunga y por eso mismo desanima el ponerse a buscar. Mientras, nos tomamos unos dias de relax, leemos, ese hábito que el instituto y la universidad no ha arrebatado. ¿Porque? Por hacerme leer cosas que no tienen ningún sentido, que son somniferos para los lectores, sin embargo, si el tema es sugerente, es un gran pasatiempo.

En lo ánimo, paranoias de todo tipo, a unos les llegan alergias y a mi pensamientos trastornadores. Que si nadie me quiere, que si estoy solo, que si hago el ridículo con mis comentarios, que si quialquiera recibe más apoyo que el mio, como si el hecho de tener admiradores supusiera más felicidad. No podemos caer en ese error, la felicidad depende de uno mismo y de lo que haga en su dia a dia.

Y así nos plantamos en otro verano, aprovechemoslo, como en tantos anteriores, para reflexionar, para fortalecer el autoestima para desconectar del mundo. Visitemos el famoso búnker de los recuerdos, donde entras desanimado y sales renovado. Allí es donde debo pasar mis vacaciones, mientras los demás visitan sus segundas residencias. Alla vamos felicidad!

viernes, 15 de junio de 2012

Sentiment d'identitat

M’agradaria exposar la meua humil opinió sobre aquest sentiment anomenat “valencianisme”, pot ser el costes més d’un enemic, però així veig jo les coses i ningú em podrà acusar de demagog. Valencià és qui naix a València, qui tracta de que la ciutat millore cada dia. No és més valencià qui més adore a la Xeperudeta, qui més estima li tinga a les falles o qui més s’emocione amb la senyera. Aquestos tres exemples no diexen de ser simbols de la ciutat, elements que cadascú pot elogiar o ignorar en la seua total llibertat. Tenim certa tendència a posar etiquetes i ser radicals, si estimes la senyera diuen que ets blaverista, i jo crec sincerament que molts valencians no saben ni que vol dir eixa paraula. Si defenses la llengua t’etiquetes de catalanista ¿i que? És un delicte ser catalanista? 

Més podriem aprendre d’ ells en lloc de buscar enemics. Tenir estima a Catalunya no implica odiar la cultura valenciana, tot el contrari, veiem en Catalunya un referent per a que València explote al màxim les seues arrels i tradicions. Açò significa que odiem Espanya? No, rotundament negatiu, ni tots els catalans volen la independència ni tots els catalans volen invadir València (tonteries de la transició que molt tenen a veure Las Províncias). Com ja sabreu, soc d’ esquerres, però això no significa que defense totes les seues actuacions, no hem casaré amb cap ideologia. M’agrada València, m’emocione amb la senyera i no soc blaverista (menja-teu com pugues però és així)  ni del PP, m’emociona veure a la nostra patrona i no soc devot, simplement es un símbol de la ciutat que amaga moltes emocions darrere i que per motius familiar aprecie. 

Crec en una València millor, que defense la llengua com un patrimoni únic en lloc d’invertir tants diners en complexes immobiliaris, en totes ixes institucions que més que fer bé a la nostra cultura, la van destruint. I per supost, m’agraden les falles, que a qui les relaciona amb la dreta, li recomanaria que escarbara en la nostra història per veure amb quin motiu es plantaven els primers monuments. Valencianista és per tant qui defensa una ciutat millor, independentment del mitjà que empri, però que sempre tinga en compte el respecte a totes les manifestacions culturals i que en lloc de rivalitzar amb altres cultures, tracte d’incorporar-les o aprendre d’elles. Perquè sols així s’aconseguirà una convivència en harmonia que beneficie a tots.

jueves, 17 de mayo de 2012

Mayo


Si la memoria no me falla, hace justo un año que empecé con esto de resumir cada mes en Mi Mirada. Es curioso, pero si Mayo de 2011 pasó a ser el peor mes de mi vida, y si no el peor, uno de los que estaría en el podio. Por muchas razones, los exámenes que se me juntaban con los trabajos y exposiciones en público, la necesidad de exigirme más de lo normal para demostrarme que no era un completo zoquete.

Pero si algo endureció aquellos 31 días fue el apartado personal, porque de ahí derivo todo lo de arriba, el querer ser mejor o menos bobo que cierta persona a la que pretendo sacar de mi vida, aunque resulta imposible. Se seguirá haciendo, el verano me ayudó en conseguir la perspectiva y estos 12 meses han sido de una rehabilitación emocional excelente.

Mayo, de 2012, está siendo un mes increíble, sino el mejor, si en el podio. No, no es que lo haya repetido sin darme cuenta, quería hacer un paralelismo a propósito. La Ruta está dando sus frutos y más rápido de lo que esperaba, moviendo unos hilos y gracias a la ayuda de Carmela, he logrado entrar en La Mega Radio como colaborador. Gente fantástica que aunque sean políticamente contrarios a mis ideas, son geniales.

Me alegra encajar en un lugar por mi afición a las fallas y no por lo que piense o mis ideales. La mejor manera de hacer sociedad es respetándonos mutuamente y dejar los radicalismos de lado. Además, por el Factbook que creé para la ocasión estoy conociendo personas fabulosas. Así que he pasado del orgullo de cumplir un sueño al orgullo de conocer gente maravillosa.

De todos modos hemos dicho que Mayo pasará a ser uno de los meses más bonitos de mi vida y en eso no podía faltar mi Levante. Muchas lágrimas después, muchos rompecabezas, sufrimiento, emociones, esfuerzo. Todo a merecido la pena para vivir lo que estamos viviendo. Si hace un año, Europa era una utopía, ahora es una realidad. ¡Quién nos lo iba a decir! Ahora toca disfrutar, ojala el próximo Mayo sea igual o mejor. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Abril

Hace un mes de todo, de todo lo que me había propuesto para este año y ahora solo queda recoger, recoger la felicidad y amortizarla. Me sirvió para confiar, para que afronte las cosas con ganas, lo añoró y ya cuento los días para repetir. A veces, un acontecimiento es el punto de inflexión que cambiará nuestras vidas, la forma de ver las cosas con optimismo y confianza.

Ya han pasado pascuas, donde mientras unos se estresaban a trabajos, yo he podido respirar. Me amargué Febrero para disfrutar Marzo y Abril, a saber lo que me depara Mayo. Al menos se que no me esperará lo que el año pasado sufrí, uno de los peores meses de mi vida. Desde el 11 de Junio de 2011, el día de mi “liberación”, decidí tomarme la vida con más calma para disfrutar sin renunciar a nada.

Este mes de Abril me gusta, es calmado, vivo emociones que nunca he vivido antes, casi todas en mi amado Ciutat de València, que ya lo he concebido como mi paraiso particular. Ya tengo confianza con las personas de mi alrededor, no soy un extraño en medio de gente que se conoce desde hace mucho tiempo, me siento integrado en esa familia futbolera que componen el Levante UD.

Lástima que solo queden dos ocasiones para volver, un parón en verano y regresaré, porque estoy ahorrando para volver a sacarme el abono. Incluso lamento no haberlo hecho antes, pero nunca he tenido tantos ingresos como ahora. Las clases de repaso con mi vecina Laura  me permiten ese pequeño capricho que tanto disfruto. En definitiva, una calma aparente que espero que nadie sea capaz de torpedear.

martes, 3 de abril de 2012

Intolerancias

Cada vez que veo Punto Pelota me dan muchas ganas de escribir en el blog. Veo tertulianos que generalizan, veo argumentos contrarrestables, veo que tocan temas espinosos y que me encantaría estar allí para dar mis humildes opiniones. El pasado domingo, haciendo Zapping, puse la canal y me detuve para ver sobre que estaban hablando. Bingo, hablaban de política y la intolerancia de los estadios a llevar los colores del equipo rival.

Durante estos días se ha tratado mucho en los medios de comunicación un incidente que tuvo lugar en Pamplona. Unos “aficionados”, por llamarlos de alguna manera, retiraron de malas formas y amenazaron unos asistentes al partido que portaban banderas madridistas, sin meterse con nadie y con el único objetivo de disfrutar del fútbol. Ya se ha hablado mucho al respecto, pero me gustaría dejar clara mi postura ante ese tipo de situaciones.

Como abonado al Levante, cuando la megafonía da la bienvenida a los aficionados del equipo rival, yo aplaudo. Cuando me cruzo con aficionados, sonrío, si es al final del partido, pongo mala cara de resignación si el resultado a sido malo para mi equipo. Ardo en ganas de charlas con ellos de futbol, de recopilar imágenes gratificantes, de cada uno con su color compartiendo sonrisas. Puede que vea la vida con mucho optimismo, pero creo que esa es la salsa del deporte.

La rivalidad no es mala, mientras no pase de las palabras y se mantenga en el respeto hacía lo que hay debajo de los colores y las camisetas o banderas. Pero esto no solo debe ser aplicable al deporte, sino a todos los aspectos de la vida. Cada uno es libre de pensar y amar lo que quiera, no hay que echar en cara el pasado, hay que vivir en el presente y pensar en el futuro. Ni los madridistas son franquistas, ni los barcelonistas son catalanistas ni los osasunistas etarras, habrá de todo, pero si es fútbol, es fútbol.

No me da alegría cuando veo ciertas banderas en las gradas que promueven la politización, para eso están los congresos y las administraciones públicas. Solo me da alegría ver la bandera de los pacifistas, los ultras sin violencia, los que cantan para pasárselo bien. El fútbol es la excusa para divertirse, nunca para intimidar. Para concluir diré que este domingo, yo iré con mi camiseta del Levante, un compañero con la del Atlético de Madrid, estaremos juntos y por supuesto, pasaremos un buen rato.  

martes, 13 de marzo de 2012

Marzo

Ya está aquí, el sueño a punto de hacerse realidad. Desde verano diseñando rutas, situando cada falla en su emplazamiento exacto, coleccionando fotos y abusando del Google Earth. Pero todo ese esfuerzo seguro que merece la pena. Ya lo he dicho muchas veces, pero me repetiré, quizá para algunos simplemente sea un capricho, para mi es la oportunidad de demostrar que valgo para algo y que se superarme.

Estoy feliz, me levanto con ganas, Valencia está preciosa, no hay nubes, algo que en condiciones normales me enfadaría, pero que ahora necesito que no vengan. También estoy orgulloso de saber que no dependo de nadie para hacer lo que quiera, tengo las rindas de mi vida, aunque no al completo, pero cada vez más. Ya era hora de hacer cosas que me hagan sentir orgulloso.

Por lo demás, lo habitual, trabajos, muchos trabajos, pero sacando mis ratos de relax, viendo capítulos de Aida. Febrero fue duro, pero servirá para que Marzo y Abril sean más ligeritos, podamos disfrutar. El último día del pasado mes me sirvió para darme cuenta de que no tengo que tener miedo a nada, que quien de verdad está conmigo, no me fallará.

Esperemos que la racha siga y que el sueño que tanto tiempo llevo esperando se haga realidad, que no se estropee por nada ni nadie. Porque si algo impide que lleve a cabo esto, será traumático. Nunca he deseado algo con tantas ganas y en apenas 60 horas empezará a efectuarse. Quien sabe si es el principio de una serie de sueños que alumbrarán mi vida.



lunes, 27 de febrero de 2012

Microrelat Faller


Este es un microrelato que he enviado a un concurso que organiza Levante-EMV, con un máximo de 100 palabras, esto me ha salido: 

M’ alçí prompte, 
quan la despertà encara no havia començat. 
Un mapa, el bitllet de metro, 
amenaça de pluja, però són falles. 

Apleguí a la Malvarrossa, 
la intenció era veure el màxim de monuments possibles 
i quan sols havia vist cinc, 
la pluja s’ arrancà amb força. 

Sense paraigües, 
a cobert en la parada de La Cadena, 
mirant el cel esperant una treva que no es produí. 
Després de dues hores plovent, torní a casa. 

Un dia de falles desperdiciat, 
la pluja havia mullat València 
i un somni que aquest any tractaré de repetir: 
Ser l’ autèntic turista faller. 

domingo, 5 de febrero de 2012

Febrero

Ha llegado el mes más corto del año, incrementado con un día más en esta ocasión. Además, trae consigo algo que venía echando de menos desde que el invierno nos invadió, el frío. Una ola de frío siberiana que ha nos está dejando congelados a todos y ya era hora, porque en verano el calor bien que nos aprieta y si ahora es el momento del invierno, debemos pasar frío y no estar a 20 grados como en navidades.

Me encanta ver el termómetro cuando marca 5 grados, o 0 cuando son las 7:30 de la mañana. Sonrío cuando tirito y me meto entre las sabanas de la cama para entrar en calor, adoro las prendas de lana, los guantes, la bufanda, amo las bajas temperaturas. Tan solo me sabe mal por toda esa gente que no tiene donde refugiarse, que vive en la calle o debe trabajar de noche para ganarse la vida.  

Pero dejemos el parte meteorológico para los informativos, que esa es su labor. Sigo contando los días que faltan para marzo, pero ya hemos aparcado el tema para centrarnos en la universidad, donde empezamos nuevo cuatrimestre y quiero pasar un intenso mes de Febrero que me desahogue los siguientes restantes. Aprovecho mi tiempo libre para adelantar faena que luego no tenga que hacer.

Con esa rutina, de la facultad para casa y allí leer libros o aprovechar los huecos libres en Valencia para hacer trabajos, logré pasar unas navidades de lo más tranquilas. Ya lo pensé cuando Mayo de 2011 pasó a ser el peor mes de mi vida, “no quiero volver a pasar lo mismo”, quiero disfrutar, ahora combino tarea con tiempo de ocio y no m quejó. Paso a paso, granito a granito, luego lo agradeceré.

También ando preocupado por algunas cuestiones, dinero que siempre hace falta, el Levante, notas que aun nos deben de dar y que tengo como incógnita. Pero todo se compensará con otras buenas noticias, solo hay que pensar en lo mal que estaba hace un año, cuando surgió el motivo de llevar a cabo este blog. Ahora ya no me importa, al menos aquello sirvio para que Mi Mirada Editorializante naciera de entre la tristeza.

viernes, 20 de enero de 2012

Enero

No he escrito antes esta entrada mensual en la que describo mis sentimientos, sinceramente porque no hace falta, en la anterior entrada resumo todo lo que necesitaba decir. Si, desde que empezó el año solo tengo puestos los sentidos en el reto, y aunque puede parecer muy plasta, es la realidad, yo cuando me encapricho en algo, lo elevo hasta la obsesión.

No se si capricho sería el caso, lo llamaría oportunidad de demostrarme a mi mismo si soy capaz, ilusión no me falta, esperemos que el tiempo acompañe y no solo al climatológico. Pero bueno, ya he hablado bastante de este tema y eso es gracias a la relajación a la que estoy sometido. No tengo presión, la faena de la universidad la hice cuando la necesitaba y este mes ha sido para disfrutar.

Efectivamente, lo he disfrutado, por fin unas navidades tranquilas, sin tener que levantarme pronto para estudiar. Quizá he echado de menos el frío, unas navidades que más bien se parecían a las pascuas por las temperaturas que ha hecho. Me levantaba e iba al ordenador, he visto muchos capítulos de mis series preferidas, algo que no se si desde ahora podré seguir haciendo.

Soy feliz, tengo buenas perspectivas para este año, pese a que el Ministerio me denegó la beca. Ayudaré a mi madre a pagarla, no voy a dejar que sea ella la que cargue con todo el pago, para eso es mi carrera. Una carrera de la que ya estoy renegando, la sacaré adelante, pero ya no me motiva, y empiezo a pensar que lo único me liga a la universidad son los compañeros que tengo.

Bueno, no hay mucho que contar en este mes de Enero en el que soy un año más viejo. Cualquier cosa que pudiera contar sería caer en la repetición, pero me resulta inevitable. Todos los caminos llevan al 16 de Marzo, pero sacaremos de la chistera otros motivos para obsesionarnos y aplazar el deseo. Por ejemplo el Levante, el teatro de los sueños al que iré en muchas ocasiones estas próximas semanas.

martes, 10 de enero de 2012

Cuando los sueños, sueños son


2012, ese año que en Madrid soñaban con tener unas olimpiadas. No se si ese sueño suyo era tan fuerte como el que tengo yo ahora mismo. Hay personas en el mundo que semana tras semana inundan los medios de comunicación con sus históricos hechos, sus enormes hazañas, sus triunfos inigualables, sus retos cumplidos en definitiva. Soñamos frecuentemente cuando vemos esos éxitos en ser nosotros los protagonistas, en cumplir nuestros deseos. Personas que los llevan a cabo y otras que se limitan simplemente a soñar, pero que no pueden realizarlos. 

En esta fugaz existencia y que por fortuna en la actualidad nos deja medios para realizar nuestros deseos, conviene soñar y levantarnos con ganas de llevar a cabo actividades que desarrollen nuestra alegría. En esta vida hay muchas penas, pero de vez en cuando también sorpresas alegres, felicidad si hemos hecho realidad un proyecto que teníamos en la mente y que nos ha costado como se dice “sangre, sudor y lágrimas”. Penas he tenido en el pasado 2011, también momentos felices, pero ahora estoy en una extraña situación. Siento miedo, alegría, preocupación, pero todo en una misma dirección, un sueño metido entre ceja y ceja que se debe cumplir en el mes de Marzo. 

Me cuesta centrarme en otras cosas, tan solo el futbol me sirve para evadirme de esa obsesión, y no siempre. Tengo ganas de llevar a cabo el mayor reto que en mi vida he realizado. Algo que me haga sentirme orgulloso de mi fuerza de voluntad y de mi capacidad para sobrepasar obstáculos. Necesito algo así en mi vida, opinareis que a las personas no se les reconoce por sus éxitos sino por su forma de ser con la familia y los amigos. No tengo nada que decir al respecto porque es verdad, pero esa virtud la tenemos innata en muchas personas. 

No es cuestión de mirar por encima del hombro a los demás, va encaminado hacia el propósito de destacar en alguna faceta, y desde que vine a este mundo siempre me ha costado ser mejor que alguien en alguna actividad. No se hacer buenas noticias, redacto mal, con muchas faltas de ortografía, no se tanto de fútbol como otros y tengo rasgos de personalidad que no me hacen el candidato perfecto para recibir el nobel de la paz, pero al menos soy capaz de soñar con un reto y dejarme la piel por llevarlo a cabo. Desde que empezó el año, tengo un sueño, un único sueño en mi mente, y voy a hacer todo lo posible y lo imposible para que pase de ser sueño a realidad.