miércoles, 20 de junio de 2012

Junio


Veranito que llegó, y completamente distinto a lo que teniamos el año pasado. Estrés de examenes? Que estrés! Nada, absolutamente nada, no nos hemos preocupado lo más mínimo de las pruebas de la universidad. Cansado de matarme a estudiar y condicionar mi tiempo a las labores, el tiempo se condiciona a lo que realmente te gusta, lo otro, simplemente obligaciones que no hay que dejar de lado.

Viene el calor, tras unos dias asfixiantes donde dormir se hace un castigo más que un descanso, ahora refresca de noche. Se está muy bien al lado de la ventana, donde entran airecillo que sabe a gloria. No es que me entusiasme la idea de pasar un verano a la bartola, sin hacer nada. Me gustaría, como tantos otros estudiantes, poder trabajar en lgo que me de dinero para mis cosas.

Tampoco es que lo esé buscando con insistencia, la cosa está chunga y por eso mismo desanima el ponerse a buscar. Mientras, nos tomamos unos dias de relax, leemos, ese hábito que el instituto y la universidad no ha arrebatado. ¿Porque? Por hacerme leer cosas que no tienen ningún sentido, que son somniferos para los lectores, sin embargo, si el tema es sugerente, es un gran pasatiempo.

En lo ánimo, paranoias de todo tipo, a unos les llegan alergias y a mi pensamientos trastornadores. Que si nadie me quiere, que si estoy solo, que si hago el ridículo con mis comentarios, que si quialquiera recibe más apoyo que el mio, como si el hecho de tener admiradores supusiera más felicidad. No podemos caer en ese error, la felicidad depende de uno mismo y de lo que haga en su dia a dia.

Y así nos plantamos en otro verano, aprovechemoslo, como en tantos anteriores, para reflexionar, para fortalecer el autoestima para desconectar del mundo. Visitemos el famoso búnker de los recuerdos, donde entras desanimado y sales renovado. Allí es donde debo pasar mis vacaciones, mientras los demás visitan sus segundas residencias. Alla vamos felicidad!

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