Mayo

Duro mes, aunque podría ser peor, así que no me puedo quejar. Estudiar es la palabra más repetida, y la acción más hecha claro está. Si en la anterior entrada me quejaba de pensar mucho, ahora no viene mal hacerlo precisamente para no pensar en otras cosas. He descubierto un verbo; huir. Quiero huir de todo, y ansio ese momento para hacerlo, el 11 de Junio.

No hablo solo de exámenes, aunque también, hablo de todo en general. Tengo más ganas que nunca de “insocializarme”, aunque solo sean unos días. De dedicarme tiempo a mí mismo, a hacer cosas que me apetecen hacer y no puedo ahora, por falta de tiempo y por no llevarlas a cabo con el disgusto de saber que no las disfrutaré como quiero.

Mayo te trae el calorcito, los días se hacen más largos, pero de poco sirve si no los puedo aprovechar con lo que realmente quiero. Seguiré viendo futbol, el único momento de relax al que no renunciaré. Como se puede observar, estoy demasiado pendiente de las tareas, lo que influye en mi manera de afrontar los días.

No me puedo ni poner sentimental, cosa que llevo haciendo desde inicios de año. Solo tengo la mente en planificar el día a día para que me cunda al máximo. Pero de vez en cuando florecen hongos de mis penurias, aunque es cierto que esta vez las cojo desde la raíz con mayor rapidez. Solo pienso en un objetivo, lo que antes quería, ahora ya no lo quiero.

Tengo nuevos planes, aunque el objetivo, y sin llegar a querer ser repetitivo, es el mismo; la felicidad. Este mes tenemos elecciones municipales y autonómicas, pero en mi cabeza se debaten otras opciones, personalmente más importantes. Pero lo que más deseo ahora mismo es que tanto en las políticas como en las otras, terminemos todos con una sonrisa. De momento, seguiré estudiando…