miércoles, 12 de octubre de 2011

Propuesta electoral: la democracia


Abres los diarios, los hojeas, abres las páginas web de los medios convencionales, los recorres con la mirada, empieza un informativo, titulares, ¿que encuentras? Lo mismo, promesas, promesas y más promesas de cara a las elecciones del 20N. Unos piden esto, otros lo critican y piden lo contrario, cualquier artimaña vale para obtener votos, caer bien a una audiencia que en su mayoría detesta la política y lo único que quiere es sobrevivir al día a día. Rubalcaba promete subir impuestos en tabaco y alcohol, cerrar las centrales nucleares en 2028, igualdad de sexo y aplicar la ley de paridad en las empresas. Suena bien, la cuestión es ¿lo llevarán a cabo? ¿Porque ahora sí y durante el cuatro años no se ha llevado a cabo muchas de estas propuestas?

Pero si pasamos a las propuestas del Rajoy, de Guatemala a Guatepeor. Él insiste en medidas para crear trabajo, bonificaciones a los autónomos, simplificación de los contratos, en definitiva, fórmulas mágicas que nos harán salir de la crisis. Porque si saben las soluciones al déficit económico no las dicen antes para intentar que la situación mejore? Pensarán esto: tiramos leña al fuego, anunciamos que tenemos las soluciones, ganamos, y después ya veremos lo que hacemos. Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón, Tanto monta, monta tanto como diría alguien. No hay consenso, sólo interés de poder y la gente pasa al segundo plano. No extraña pues si vemos en todo el mundo cómo se producen las revoluciones juveniles.

Se los conoce como "Indignados", y tanto que están indignados, motivos no les falta y demasiado que han tardado en reivindicar la verdadera democracia. Los últimos movimientos en Londres y Nueva York han sido contra los recortes en bienestar, pero antes en Chile, Francia y España. Tanto medios de comunicación como los diputados los han olvidado, poca atención les dieron, pero quedó demostrado que no es un movimiento de cuatro aburridos. La juventud está descontenta, los bancos dirigen la economía y los políticos miran más por su bolsillo que por la gente que les da el gusto de estar en el poder. Además, los medios poco dejan para intervenir en el pueblo, el artículo 20 de la constitución sobre libertad de opinión suena de maravilla, pero como se expresamos? Con pancartas en el balcón, en las manifestaciones o algún graffiti en las fachadas de los barrios más humildes, así es difícil crear opinión y expresarla.

La economía dirige nuestras vidas y en lugar de facilitar la participación ciudadana, se nos relega al olvido. Como necesitariamos un partido político que representara de verdad a la gente, se preocupara de sus problemas y escuchara las peticiones del público de forma desinteresada. Se podría legalizar el movimiento 15M, pero ellos no son una organización política, dan la visión de cómo se podrían hacer las cosas bien. Por tanto, la crisis está, pero la tenemos desde hace mucho tiempo y no sólo económica, quien más dinero tiene, más puede cambiar el mundo, no hemos cambiado tanto desde la revolución burguesa. Hace falta una organización que ocupe este vacío democrático (poder del pueblo).

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