jueves, 9 de junio de 2011

Orgullo cinco estrellas

Me acaban de decir la nota de catalán, o como se dice “universitariamente”, Expressió Oral i escrita en els mitjans de comunicació. Un 5 me ha puesto el profesor, no tengo nada que discutir porque me salió un examen flojo, y aún gracias que he aprobado porque mis sensaciones cuando salí es que en Septiembre volvería para aprobarla.


Me apetecía hacer una entrada reflexionando sobre esto, curiosamente estoy muy feliz por haber sacado mi bajito 5, en una asignatura donde debí haber aprovechado para sacar mucha más nota ya que toda la vida he sido valenciano parlante. He sacado ese 5 sin tener más apoyo que un diccionario, mientras otros tantos aprovechaban sus portátiles para visitar enlaces y el traductor de Google.

Sí, así es, mientras unos tenían al alcance muchos recursos para hacer noticias magníficas, yo tuve que basarlo todo en mis conocimientos personales. A estas alturas, ya tengo asumido que mi nivel de cultura es normalito, que cuando escribo hago atentandos a la ortografía, porque nunca se me ha dado bien escribir con corrección, ni en valencià, ni en castellano.

Bueno, al menos me he dado cuenta que pese a mis deficiencias a la hora de redactar, soy capaz de llevar mis tareas adelante, aunque sea con 5 que suponen el aprobado más bajito. No os engañeis, ese 5 representa mucho, supone creer en mis posibilidades. Ahora muchos presumirán de tener excelentes notazas y magnificáis noticias, aunque creo que parte de su merito recaerá en el señor Traductor de Google.

No quiero que nadie se ofenda con esto, cada uno lucha con sus posibilidades y entiendo que recurran a esos programas si el profesor da consentimiento. Hay personas que no han tenido la posibilidad de hablar valenciano o escribirlo y tiene mucho mérito. Aunque también tiene mérito afrontar un examen con lo puesto, así que Dani, confía en ti mismo, que cuando quieres, puedes, y enhorabuena a todos los que han aprobado.

1 comentario:

  1. Pues renuncia a usar el metro y usa las piernas, que tú puedes. ¡Retrógrado!

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