Hace mucho tiempo que no escribo por aquí, la otra vez, cuando lloraba y lloraba porque me sentía inferior, me vino muy bien para volcar mis frustraciones personales. Ahora vuelve una etapa muy negra de mi vida que se está haciendo insostenible, demasiado larga, demasiado llena de momentos fugaces que intentan esconder algo que en mi interior me produce rabia. Lo más vergonzoso es que es un tema tan profundamente estúpido que hasta comentarlo me sonroja, pero que se ha convertido en uno de los peores traumas que tengo que superar.
Como si el carnet de conducir fuera el punto de inicio hacía la felicidad, he enfocado toda mi vida a superar ese problema. No quiero, quiero ser independiente a un hecho tan poco importante, quier que mi vida fluya ajena a esto. Pero algo hay en mi interior que no me deja pensar en otra cosa, cada minuto lo mismo, una sensación humillante de temor al fracaso, de saber que le estoy fallando a la gente que me quiere, de no poder mirar a la carretera. Me gustaría que se arreglara con un simple paseo y cambio de chip, pero después de toda la tortura que sigue sin tocar fin, es imposible dejarlo de lado.
No tengo hambre, he perdido la ilusión en las cosas, el sol no alumbra mi vida, todo me lo recuerda, todo. Mi padre pudo, mi hermano también, mi tío, mis amigos, toda la gente que conozco y los que no conozco. Uno ya no sabe que pensar, ¿es el carnet el problema? ¿hay una carencia increíble de autoestima y seguridad que me hace venir abajo en los problemas? ¿Porque a mi si otros pudieron, porque tengo que pasarme el día lamentando y torturándome cuando en realidad no quiero pensarlo? y sobretodo ¿porque un dolor tan fuerte cuando la vida no nos va en ello?
Pagaría porque alguien me diera respuesta a todas estas cosa y me ayudará a cambiar la mentalidad, pero la mente es tan retorcida que cuando más quieres evitar pensar en algo, más te retroalimenta en el problema. Pensaba que con la edad se acabarían muchos problemas, pero me doy cuenta de que no. Hace diez años pase una crisis existencial muy parecida. Sentía que cada minuto que se iba y no volvería era otra oportunidad desperdiciada en el camino a la felicidad. Me engañe pensando que la felicidad era cuestión de actitud, y bendito engaño, porque durante muchas etapas me funcionó.
Ahora sujeto mi felicidad a una cosa tan sumamente estúpida como sacarme una mierda de carnet de conducir. Pensando que así voy a ser feliz, ¿pero que pasa si esto se sigue alargando? ¿tengo que seguir siendo infeliz por una cosa tan absurda que ya ha consumido horas y horas de mi vida dejándome en un estado de malestar que ni con la muerte de personas queridas? Ahora mismo he perdido la ilusión por todo, me gustaría tener a mi lado alguien que me abrace y me haga pensar que si el mundo se acaba justo ahora, moriré arropado y protegido por gente que no me abandonará.
Se han juntado varias crisis al mismo tiempo. Estoy seguro que detrás de ese carnet de conducir se esconden otros problemas que en mi vida no he conseguido solucionar. La falta de amor, la falta de amistad, la falta de seguridad, la falta de protección, la falta de compañía. Soy una persona que gran parte de mi vida la he pasado solo, acompañado de mi familia que siempre me ha ayudado y algunos amigos, pero solo en las cosas que de verdad me han marcado en estos 23 años. Siempre me ha faltado esa alma gemela con quien compartirlo todo, que siempre supiera que decirme en cada momento.
Al menos nos hemos desahogado. La mente seguirá torturándonos, lo pasaremos mal, pero siguen diciéndome que debo confiar en mi. Ya son varias las personas que nos han comentado que a los problemas se les planta cara de frente, y que por muy imposible que parezca algo, si no lo intentas, si que será tu mayor derrota. Habrá que tirar de tópicos, el Miércoles será el día, lo único que le pido a la vida es que hasta entonces me deje vivir como más feliz pueda, y lo que tenga que venir, ya vendrá, que la vida no puede seguir discurriendo mientras nos lamentamos de los problemas.
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