El mes típico vacacional, el que la mayoría de gente espera para desconectar de todo. Una de las ventajas que tiene ser estudiante es que las vacaciones son más amplias que las de un trabajador normal por lo que agosto no tiene mucho más de especial que puede tener Julio. Pero tengo ganas de que estas semanas antes de volver a la rutina universitaria sean especiales.
Hay novedades que en otros años no ha habido por estas fechas, estrenaré mi abono para el Levante, disfrutaré de mucho futbol gracias a Gol televisión, iré a las fiestas de Almàssera y de otros pueblos de mi alrededor. Son pequeñas cosas, pero que te hacen ilusión vivirlas y tenerlas para sacarte una sonrisa. Si el buen tiempo acompaña, será un mes magnífico.
Sigo adelante con esos retos que tenia en Julio, el proyecto fallero avanza, es muy costoso pero extraordinario, mi primer gran trabajo de investigación aunque aun queda mucho por hacer. De lo demás, pues se hecha de menos a mis compañeros de clase, aunque ahora tengo más tiempo para quedar con otros amigos que no puedo ver con tanta frecuencia el resto del año.
En lo emocional, bien, muy bien, aunque es curioso pero me noto ciertamente irascible en muchas ocasiones, supongo que será porque me acomodo en la felicidad y el relax y se me olvidan los malos momentos en los que deseaba estar como ahora ¡que tonto soy! Desearía mantener esta situación el resto de mi vida, pero solo es transitorio, hay que intentar equilibrar la balanza el resto del año.
Agosto, calor intenso, pero nada que no se pueda solucionar con un abanico o un paseo por los campos de Cases de Bàrcena. Vuelve el futbol a mi vida y con ello, la pasión que me transmite ese deporte que para los intelectuales tan anodino y troglodita es, pero cada uno se enamora de lo que se enamora y si, soy futbolero. Agosto, agosto, agosto, no tengas prisa por pasar….
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